En Welthy somos embajadores de la alimentación saludable y tratamos de acercar a todo el mundo un estilo de vida sano. Y no solo es que la comida saludable esté de moda, es que el hecho de aprender a comer sano implica una serie de factores positivos para tu salud física y mental. Cuando seguimos una alimentación equilibrada, sentimos un bienestar que después se extrapola a otros factores de la vida: la mente, el cuerpo, la actividad diaria, la autoestima, etc. Además, conlleva una serie de valores y hábitos interesantes que nos ayudan a estar en plena forma a diario. Pero es habitual tener dudas y no saber exactamente qué es lo que se debe comer. ¿Quieres saber más sobre healthy food y todos los beneficios de una dieta equilibrada y ordenada? Sigue leyendo este artículo de la Welthy Magazine y te explicamos cuál es la comida más sana del mundo y por qué deberías adaptarla.
Qué es lo que hace saludable una comida
Esta es una de las preguntas que más se cuestiona la gente. ¿Qué es lo que entendemos cómo saludable?, ¿Por qué ciertos alimentos son beneficiosos y otros pueden acarrearnos problemas? A lo largo de la historia ha existido cierta inquietud por saber cuáles son los alimentos más saludables; es decir, aquellos que mejores cualidades ofrecen al organismo y que proporcionan el bienestar que tanto necesita nuestro cuerpo. Entender cuáles son y qué beneficios nos aportan nos ayudará a descubrir cuál es la comida más sana del mundo. Lógicamente, la dieta que integre el mayor número de estos alimentos será la más saludable. Véamoslos:
Verduras
Las verduras son el mejor alimento por toda la cantidad de nutrientes que se pueden obtener de ellas. Especialmente, son las de hoja verde las que mejores garantías ofrecen en cualquier menú. El poder antioxidante y todas las vitaminas que poseen son, indudablemente, una gran fuente de salud para nuestro cuerpo. Además, las verduras se pueden comer de múltiples formas: en puré, a la plancha, en ensalada, como guarnición, en guisos. Se trata de un producto que debe ser indispensable en la alimentación, y que por su gran variedad de formas y sabores es altamente versátil en la cocina. Berro, calabacín, cebolla, zanahoria, acelgas, puerros… Incluyendo el máximo número posible en tu dieta te beneficiarás de todo lo que te aportan. Ricas en hierro y muchos otros minerales, vitaminas, antioxidantes y con bajos índices glucémicos, lo que nos permite mantener un equilibrio interno y prevenir enfermedades. Además, las verduras mejoran el sistema inmunitario y hacen que el cuerpo se fortalezca para rejuvenecer a las células, al igual que se logra una mejor calidad de vida desde el punto de vista cardiovascular. Su poder antioxidante es apropiado para mantener los tejidos, huesos y músculos en buen estado. Por todo ello, las verduras deben ser la base de nuestra alimentación.
Frutas
Junto a las verduras, otro de los alimentos que deben representar una gran parte de nuestra dieta son las frutas. Igual que explicábamos en el caso anterior, las frutas también son muy variadas entre ellas, tanto en sabor como en aporten nutricionales, lo que hace que cuanta más variedad comamos más beneficios podamos absorber. Son una gran fuente de vitaminas y nutrientes esenciales, pero también son altamente hidratantes, aportan pocas calorías saciando mucho y optimizan nuestro metabolismo. Por algo están presentes en nuestra lista de alimentos saciantes con menos calorías.
Frutos secos
Los frutos secos, aunque aquí también podríamos añadir las semillas, son otro de los alimentos más saludables del mundo. Aunque hay que tener claro que no significa que cuantos más comamos mejor. A diferencia de la fruta o la verdura, que nos aportan muy pocas calorías, estos sí que son alimentos bastante calóricos, no obstante, tomados con moderación nos aportan muchísimos beneficios. La presencia de grasas saludables nos ayudan a combatir el colesterol malo y aumentar el bueno, siendo una gran arma para mejorar la salud de nuestro corazón.
Aceite de oliva
Es un caso muy parecido al de los frutos secos, y es que el aceite de oliva es una grasa saludable que ayuda a combatir el colesterol. Además, también nos protege contra el estrés oxidativo, la inflamación y ayuda a reducir el riesgo de problemas cardiovasculares relacionados con la edad.
¿Cuál es la comida más saludable del mundo?
Ahora que ya conocemos los alimentos más saludables, es hora de descubrir cuál es la dieta más sana, buscando una dieta que le dé gran importancia a todos estos productos que hemos mencionado. Teniendo todo esto en cuenta está claro que la comida más sana del mundo es la dieta mediterránea, una dieta que se basa en el consumo de frutas y verduras y que también incorpora aceites grasos saludables y de gran calidad. ¿Quieres conocer más sobre esta dieta? Te lo explicamos a continuación.
Cuál es la dieta mediterránea
Como acabamos de decir, es la mejor dieta del mundo, o al menos así lo consideran la mayoría de expertos en nutrición. Seguramente no te sorprenderá, y es que su fama la precede. La dieta mediterránea alberga una serie de particularidades que la convierten, básicamente, en la mejor del mundo. Esto se debe a los alimentos y productos de los que consta para que los usuarios puedan disfrutar de platos deliciosos, saludables y apetitosos.
La agricultura local de las tierras mediterráneas cumple una función determinante, del mismo modo que el ambiente que rodea a los animales. Por eso, se debe tener en cuenta el clima que favorece el desarrollo de un estilo de vida donde prima la luz solar y las temperaturas agradables para disfrutar al máximo de todo lo bueno que puede proporcionar la tierra.
Esta dieta ofrece una herencia cultural destacable que, a día de hoy, se ha heredado. En realidad, el clima y el estilo de vida se ven reflejados en los platos que conforman esta dieta.
Y es que no solo son los propios alimentos en sí, sino también en la manera de cocinarlos y prepararlos, hasta tal punto que tiene un sitio muy importante en los restaurantes de todo el mundo, al igual que la manera en que se encuentra perfectamente establecida en los recetarios. De esta manera, se vincula directamente a la pirámide alimenticia que se debe cumplir si realmente se quiere tener un estilo de vida saludable.
Alimentos de la dieta mediterránea
- Productos naturales: los alimentos que integran la dieta mediterránea son productos naturales y de origen local; es decir, aquellos que se desarrollan gracias al ambiente del clima mediterráneo. Las verduras y las legumbres ocupan un puesto importante; de hecho, son muchos los platos que se preparan a partir de estos alimentos. Algunos ejemplos son las cremas de verduras, las lentejas, los garbanzos, etc.
- La carne: por otro lado, hay que destacar la carne como una de las fuentes más importantes de proteínas. La ternera, el cerdo y las aves son los animales que pueden tener una gran capacidad de adaptación a este clima y, por consiguiente, ofrecen un tipo de carne realmente buena y saludable.
- El pescado: en cuanto al pescado, también hay que señalar que se incluyen un amplio conjunto de especies: pez espada, bacalao, trucha, sardina, arenques, etc. A todo esto, hay que añadir a los moluscos que son una buena fuente de alimentación y que resultan muy interesantes para obtener también proteínas y vitaminas.
- Frutas: en cuanto a la fruta, es un recurso indispensable para las vitaminas y antioxidantes. La manzana, los cítricos, las frutas del bosque, el tomate, las peras, los melocotones, etc. Son un gran número las que toman presencia dentro de una dieta que, en general, se equilibra de múltiples maneras y que sirve como ejemplo por su variedad.
- Aceite de oliva: aun así, es el aceite de oliva el que toma un gran protagonismo en numerosos platos elaborados de la dieta mediterránea. Un producto alto oleico que es saludable y enriquece el sabor de la comida; además, es muy bueno para el organismo y se confirma que es en las regiones próximas al mar Mediterráneo donde tiene un mejor desarrollo el olivo. Ayuda a frenar el colesterol, tiene vitaminas y minerales y favorece la función digestiva. En otras palabras, un producto indispensable en la mejor dieta del mundo.
En definitiva, a la hora de señalar cuál es la comida más sana del mundo, no podemos recurrir exclusivamente a un tipo de plato, sino a un amplio conjunto de alimentos que se complementen con un estilo de vida saludable.
Otros tipos de dietas en el mundo
La cultura influye directamente en la dieta alimenticia. Según la región en la que nos encontremos, dependiendo de su clima y su ubicación geográfica, podremos encontrar un tipo u otro de producto. Durante cientos de años esto ha sido así, y por mucho que se deseara, era imposible encontrar ciertos productos que no son autóctonos. En cuanto a la alimentación, no es lo mismo vivir en zonas del Mediterráneo que en Asia, en África o en América.
Dado que en cada país los productos de los se disponían eran variados, a lo largo y ancho del mundo se han ido creando distintas recetas y platos, lo que ha configurado una serie de dietas específicas de cada zona. Una vez ya hemos hablado de la dieta mediterránea y sus beneficios. No podíamos acabar este artículo sin hablarte de otros tipos de dietas en el mundo, distintas a la mediterránea, pero también saludables y adaptadas a cada región:
Dieta nórdica
Una de las dietas propias de zonas frías es la nórdica. Generalmente, se basa en productos ecológicos, ya que no tienen un clima apropiado para el cultivo, de tal manera que tienen que recurrir a sistemas especiales que crean climas en invernaderos o espacios habilitados para el desarrollo de alimentos, de ahí que sean poco procesados. Entre los productos que más se consumen están las verduras, las legumbres, algún tipos de fruta muy concretos…
De todas formas, si por algo destaca la dieta nórdica es por la gran presencia de pescado, especialmente de pescado azúl. En sus frías aguas se pueden encontrar salmones, bacalaos, caballas, atunes, lo que ha configurado una dieta rica en su carne. Los habituales del magazine de Welthy sabrán que el pescado azul es una de las carnes más saludables por su riqueza en aceites grasos omega 3, algo muy positivo para el sistema cardiovascular.
Dieta japonesa
En territorio asiático, hay que señalar la dieta japonesa, conocida también como Okinawa. Consiste en el uso de alimentos de origen vegetal, destacando las algas como un ingrediente diferente al de los países europeos. Japón es uno de los países con una mayor esperanza de vida y gran parte de ello se debe a su magnífica dieta.
A su vez, hay que añadir que comen bastante pescado y marisco, pero siempre bajo un consumo moderado y sin realizar excesos. También comen verduras a la plancha, al estilo wok, pero valoran mucho la ingesta de proteínas a través de la carne, incluido también el cerdo. Como en la mayoría de países asiáticos, el arroz también es una parte fundamental de la dieta, y en este producto se basa la mayoría de carbohidratos que consumen.
Dieta keto
A diferencia de la japonesa o la nórdica, esta no es una dieta que se restrinja a una zona del mundo. Pero debemos hablar de ella porque es una de las dietas que mayor recorrido tiene en todo el mundo. La dieta keto consiste en suprimir los carbohidratos en el consumo diario. No quiere decir que esta fórmula se aplique en su totalidad, pero se puede llevar a cabo de forma sustancial, ya que se suprimen proteínas y grasas para reducir considerablemente las calorías.
Se suele recurrir a la dieta keto para la pérdida de peso. En el fondo, se encuentra en numerosos países, pero principalmente se aplica en Europa y América del Norte, lugares donde hay más posibilidades de realizar una dieta personalizada.
Dieta Dash
Igual que la dieta keto, la dieta dash es otra que no es de una zona geográfica concreta, no obstante, sí que fue creada en Estados Unidos y allí se ha popularizado. Y de hecho, si paramos a mirarnos sus principales características, veremos que básicamente es lo mismo que la dieta mediterránea con algunas particularidades. Fundamentalmente, la dieta dash destaca por ser muy buena frente a la hipertensión. De hecho, nació como remedio contra esta y para ayudar en la pérdida de peso. Para ello, se trata de reducir el consumo de sal y sodio, tratando de acudir a productos naturales como base elemental: frutas, verduras y cereales.