¿El olor a cloro es malo para una mujer embarazada? Si alguna vez te has hecho esta pregunta, ¡estás en el lugar indicado! Y es que el embarazo forma parte de una etapa muy especial en la vida de cualquier mujer, pero también es un momento muy delicado en el que hay que prestar atención a lo que se come y lo que se hace.
A la hora de cuidar al bebé que está en tu interior, es esencial cuidar el cuerpo y tener precaución ante ciertas sustancias químicas que, por otro lado, suelen formar parte de nuestra vida diaria, como es el caso de los productos de limpieza. En Welthy te contamos si el olor a cloro es malo para una mujer embarazada, ¡sigue leyendo!
¿El olor a cloro es malo para una embarazada?
A la hora de minimizar los riesgos acaecidos durante el embarazo, lo más recomendable es tener en cuenta algunos aspectos fundamentales acerca de los productos de limpieza. Aquí vamos a ponerte al corriente de las sustancias tóxicas que pueden influir negativamente en la salud de la embarazada y de su bebé. De cualquier forma, lo más conveniente es consultarlo con el médico o con un experto en el tema.
El cloro es un líquido que genera vapores tóxicos al mezclarse con otros desinfectantes que solemos utilizar en casa. De hecho, no es tan infrecuente las llamadas de emergencia realizadas ante una intoxicación por cloro.
El cloro es un elemento bastante tóxico y al inhalarlo puede acarrear una intoxicación importante. Lo peor de todo es que existen diferentes productos que pueden contener cloro, desde el agua de la piscina y las tabletas utilizadas hasta pinturas o pesticidas, pasando por productos blanqueadores o artículos de limpieza para el hogar.
La intoxicación por cloro es algo que puede sucederle a cualquier persona, solo que en el caso de una mujer embarazada, su bebé también estaría en riesgo. Dentro de los síntomas más frecuentes que suelen manifestarse en el cuerpo como consecuencia de ese tipo de intoxicación se encuentran los siguientes:
- Dificultad para respirar.
- Inflamación o dolor de garganta.
- Ardor en nariz, oídos, ojos, labios o lengua.
- Dolor abdominal.
- Vómitos.
- Quemaduras en el conducto digestivo.
- Irritación.
- Baja presión arterial.
- Edema pulmonar.
Además, las personas intoxicadas por cloro, incluyendo a mujeres embarazadas, pueden presentar estos efectos:
- Boca muy seca o babeo constante.
- Respiración rápida o lenta.
- Latidos cardíacos rápidos o lentos.
- Pupilas grandes o pequeñas.
- Somnolencia.
- Confusión o hiperactividad.
- Vómitos o diarrea.
- Náuseas.
- Dolor de estómago.
- Dificultad para hablar correctamente.
En caso de que una mujer embarazada o cualquier otra persona haya estado en contacto o expuesta al cloro, si presenta este tipo de síntomas debe acudir inmediatamente a su centro de salud.
Si el cloro ha entrado en contacto con los ojos o con la piel, es preciso enjuagar inmediatamente con agua abundante durante unos minutos. En caso de que la mujer en estado de gestación haya inhalado esta sustancia, en primer lugar hay que llevarla a un lugar seguro y abierto para que respire aire fresco.
¿Qué olores le hacen daño a una mujer embarazada?
Desde aquí vamos a enumerar todos aquellos olores que pueden ser perjudiciales durante el embarazo. Conviene saberlos porque gran parte de los mismos están integrados en nuestro día a día.
Olores de pintura
Ciertamente, el olor a pintura no es nada aconsejable al contener sustancias químicas que pueden provocar una intoxicación nada recomendable en el embarazo.
Por esa razón se aconseja evitar el contacto con todo tipo de pinturas que contengan poliuretano o pinturas a base de aceite. Asimismo, las pinturas en aerosol, así como disolventes, aguarrás o cualquier otro producto que remueve o elimina la pintura.
Se trata de uno de los olores tóxicos más habituales en el embarazo, por tanto si no tienes más remedio que utilizar pintura, es preciso que tengas en cuenta los siguientes consejos:
- Abre puertas y ventanas.
- Intenta terminar la tarea lo más rápido posible.
- Utiliza guantes y mascarilla.
- Una vez hayas acabado, guarda estos productos en una zona a la que no suelas acceder frecuentemente.
Lejía
La lejía es un producto de limpieza muy utilizado en el hogar para desinfectar. Si te estás preguntando si esta sustancia es compatible con el embarazo, debemos decirte que evites mezclarla con amoniaco o detergente.
Ya sabemos que es una mezcla que utiliza mucha gente, pero puede generar gases tóxicos. Tal y como explicamos en el caso del cloro, el olor a lejía puede provocar náuseas e incluso vómitos.
Otros olores tóxicos en el embarazo
Durante el embarazo también hay que prestar atención a otros olores como la gasolina, los insecticidas, ciertos limpiadores abrasivos que tienen olores fuertes que pueden marear o incluso los aerosoles, cuyos residuos se quedan en el ambiente y se pueden inhalar.
Empleos perjudiciales
Algunos empleos también pueden resultar perjudiciales para la mujer embarazada al estar expuestas a determinadas sustancias tóxicas o a ciertos productos que pueden dañar su salud. Por esa razón hay que tener especial cuidado en el caso de las mujeres que trabajan en peluquerías, al estar en contacto continuo con tintes y formol.
También en caso de empleadas de tintorería por los químicos y vapores que se utilizan para limpiar, así como las personas que están en contacto continuo con toners, como las administrativas, o las que trabajan en estaciones de servicio por la gasolina y las sustancias tóxicas que emanan los vehículos.
En cualquiera de estos casos, lo más recomendable es utilizar ciertas medidas de precaución, como guantes y mascarilla, evitar el contacto con productos tóxicos y mantenerse siempre en ambientes bien ventilados.
¿Qué pasa si una embarazada huele algo toxico?
La mujer embarazada que está en contacto con agentes tóxicos puede acarrear consecuencias muy negativas en el bebé y provocar efectos severos como la inflamación del páncreas o debilidad muscular.
Diversos estudios han investigado sobre la toxicidad en mujeres embarazadas en los últimos años y, en sus informes, estos investigadores han aportado alternativas para evitar que los olores tóxicos puedan ocasionar daños a la gestante y al bebé.
No hay que olvidar que este tipo de toxicidad puede transmitirse de la madre al feto, pues la placenta no va a actuar del mismo modo para todas las sustancias. De hecho, en el caso de estos agentes tóxicos, no supone una barrera eficaz.
Los agentes tóxicos recorren fácilmente el cuerpo a través de la sangre y pueden llegar perfectamente al feto, dando lugar a una contaminación que puede estar presente durante todo su desarrollo, desde el momento en el que fue concebido hasta cuándo nace y es alimentado con leche materna.
Los daños provocados dependen del tiempo de exposición y del tóxico que se trate, aunque también hay que tener en cuenta la fase del embarazo en la que se encuentre la mujer embarazada y su predisposición genética, algo que determinará su mayor o menor resistencia a este tipo de exposición.
Las consecuencias tanto para el feto como para la madre pueden no resultar tan evidentes. De hecho, pueden ser asintomáticas, aunque también pueden llegar a ser mortales, si bien esta situación tiene lugar muy pocas veces.
Sea como sea, la toxicidad provocada por todo tipo de sustancias químicas puede dar lugar a diferentes problemas en las gestantes en forma de parto prematuro, preeclampsia o similar. También puede provocar encefalitis, pancreatitis o miopatías.
¿Qué productos de limpieza no se pueden usar en el embarazo?
Se ha descubierto que los productos de limpieza que empleamos habitualmente para desinfectar nuestro hogar son perjudiciales para las mujeres embarazadas. Nos referimos a sustancias químicas como la lejía, el amoniaco, los insecticidas o los disolventes.
Cuando la mujer está embarazada, debe estar atenta al utilizar cualquiera de estos productos, pues los gases que expide puede inhalarlos y provocar irritación en las mucosas, además de mareos. Si decides emplearlos, protégete con mascarilla y guantes, y asegúrate de que tienes todo abierto para garantizar una adecuada ventilación.
De cualquier forma, lo más sensato es no utilizar ningún producto que pueda suponer un riesgo durante el embarazo. De hecho, la mejor prevención consiste en sustituir este tipo de productos por otros más naturales que pueden ser limpiadores eficaces sin contener elementos tóxicos, como el bicarbonato de sodio o el vinagre.
Te hemos hablado de los productos de limpieza que no conviene utilizar, pero desde aquí también queremos ponerte al corriente de productos caseros que puedes preparar fácilmente como buenas alternativas.
- El vinagre blanco, por ejemplo, es muy útil y te servirá para limpiar diferentes cosas, como azulejos, platos de ducha o encimeras. Simplemente deberás mezclar 3 partes de este producto con una de agua, y aplicarlo con ayuda de una botella de spray.
- También es conveniente que te informes acerca del potencial del bicarbonato de sodio. Con él podrás eliminar todo tipo de manchas en paredes, azulejos y alfombras. Bastará con espolvorear bicarbonato en la superficie que se trate y frotarla con un trapo mojado en vinagre.
- Asimismo, es posible sustituir el cloro por agua oxigenada para eliminar manchas en tu ropa. Basta con remojarla en un cubo con agua y un poco de peróxido de hidrógeno para apreciar los resultados rápidamente.
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