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¿Es bueno beber mucha agua?

¿Es bueno beber mucha agua?

06/10/2022 Última modificación: 17/11/2023

¿Es bueno beber mucha agua? Esta es una duda muy habitual cuando queremos empezar a cuidarnos. Aunque no estés haciendo dieta, habrás escuchado muchas veces lo beneficioso que resulta beber de 1 a 2 litros de agua al día, tal y como hablamos en el artículo sobre la importancia del agua. Muchas personas siguen al pie de la letra este consejo y no salen de casa sin llevarse una botella para poder rellenarla varias veces a lo largo del día. Sin embargo, lo que no saben es que beber en exceso también puede ser perjudicial para la salud. 

Beber agua es necesario para nuestro organismo al aportar la hidratación que necesita y facilitar la eliminación de toxinas. Además, contribuye con nuestra memoria, aumenta los niveles de concentración y evita los dolores de cabeza. Sin embargo, si nos pasamos y consumimos más agua de lo que realmente necesitamos, pueden aparecer en nuestro cuerpo diversos efectos secundarios, algunos de ellos más serios de lo que piensas.

¿Qué pasa si tomo más de 4 litros de agua al día?

¿Qué pasa si tomo más de 4 litros de agua al día?

Beber agua hidrata nuestro cuerpo y es esencial para que funcione correctamente. Sin embargo, no debemos obsesionarnos y consumirlo de forma compulsiva, pues su ingesta excesiva puede acarrear múltiples problemas e incluso provocar el fallecimiento de la persona.

Los agualcólicos son las personas que tienen una adicción al agua potable y no dejan de llenar su botella de agua. Los diagnosticados como tal consumen más cantidad de agua potable para perder peso, hidratarse mejor o mejorar su piel. Sin embargo, lo que en principio es una costumbre saludable puede convertirse en una gran obsesión. De hecho, estas personas pueden sentir verdadero pánico al quedarse sin agua y no disponer de ella durante un tiempo determinado. 

Consumir más de 4 litros de agua al día es excesivo y las principales consecuencias que puede acarrear una adicción de este tipo son las siguientes:

  • Insomnio. Si una persona bebe mucha cantidad de agua al final del día, puede perjudicar su sueño. Durante la noche, el cerebro libera una hormona antidiurética para interrumpir la función renal y no tener la necesidad de orinar durante esas horas en las que el cuerpo descansa. Sin embargo, el exceso de líquido puede repercutir negativamente sobre este mecanismo y, al tener la vejiga llena, podemos sentir la necesidad de levantarnos de madrugada para ir al baño. Indudablemente, si nos despertamos varias veces durante la noche para orinar, al final nos será más difícil conciliar el sueño. 
  • Sudoración extrema. Al consumir demasiada agua, hidratamos en exceso el cuerpo, dando lugar a problemas de sudoración extrema. Incluso, en los casos más graves, es posible someterse a operaciones de cirugía para eliminar las glándulas sudoríparas. 

Algunas personas lo que hacen es beber mucha agua para equilibrar la pérdida de agua como consecuencia de la sudoración excesiva. Sin embargo, lo que no saben es que este cambio de hábito puede empeorar aún más la situación, pues la sudoración es un mecanismo que utiliza el cuerpo para deshacerse del líquido que le sobra. De esa forma, si se hace a la inversa, es decir, si se bebe menos agua, es posible sudar menos. 

  • Envenenamiento. En el mundo existen casos de sobredosis de agua al haber bebido 4 o más litros de agua al día en cuestión de varias horas. Beber tanta agua de forma tan acelerada puede alterar el equilibrio de las sales del organismo. Al beber tanto líquido en un espacio de tiempo tan breve, los riñones son incapaces de eliminar el líquido que le sobra al cuerpo y la sangre puede verse alterada por una concentración de sodio anormalmente baja. 

Cuando la sangre se presenta más diluida de lo normal, las células cerebrales pueden hincharse, provocando dolores de cabeza e incluso disfunción cerebral por hiponatremia

Las personas que están habituadas a realizar actividades físicas intensas pierden sodio con la sudoración. Sin embargo, si beben agua en exceso, hacen que el contenido de sodio en sangre se diluya más. 

De esa forma, la sobrehidratación en estos casos puede provocar presión en el cerebro, náuseas, vómitos, cefalea, convulsiones e incluso provocar el fallecimiento de la persona. De hecho, hace algunos años se registraron fallecimientos de deportistas como consecuencia de la hiponatremia, y se tiene constancia de personas no profesionales que sufrieron esta dolencia al participar en carreras populares.

Por tanto, en este caso NO es bueno beber mucha agua.

¿Qué pasa si tomas más de 3 litros de agua al día?

¿Qué pasa si tomas más de 3 litros de agua al día?

Cambiar tu rutina diaria y empezar a beber más agua puede ser beneficioso para tu salud. Incluso si decides beber 3 litros de agua durante algunas semanas, es posible experimentar algunos efectos positivos en forma de pérdida de peso, menor fatiga y mejoras en la piel. Además, es posible que los dolores musculares disminuyan y potenciar el funcionamiento del hígado y del sistema digestivo.

Ahora bien, si te pasas de estos tres litros de agua al día, es posible que en vez de ver tantos beneficios, empieces a notar otros efectos no tan provechosos como cansancio o dolores de cabeza. 

Para evitarlo, estas señales te servirán para revelarte si estás consumiendo demasiada agua: 

  • Beber si no tienes sed. La sed es un mecanismo que utiliza el cuerpo para alertarnos de que necesita hidratarse. Sin embargo, tampoco es aconsejable llegar a ese extremo y esperar a tener sed para beber. Lo más adecuado es programar ciertos momentos para tomar agua sin pasarnos, más aún cuando lo hacemos de manera continua sin tener sed. 
  • Calambres musculares o espasmos. Estos síntomas se suceden cuando el nivel de electrolitos disminuye, algo que suele suceder en el caso de los atletas o los deportistas que están habituados a realizar actividades intensas. La mejor manera para evitar calambres y espasmos es tomar sodio durante el ejercicio y consumir únicamente el líquido que se pierde por la transpiración. Dado que es algo difícil de medir por la mayoría de los deportistas aficionados, es aconsejable consultarlo con un especialista.
  • Náuseas. La sobrehidratacion puede dar lugar a efectos similares a la deshidratación. Si estás bebiendo demasiado, los riñones no podrán eliminar tanto líquido y el agua se acumulará en el organismo, provocando náuseas, diarrea y vómito. 
  • Dolor de cabeza. Tal y como hemos mencionado, la concentración de sal en la sangre disminuye, provocando la hinchazón de las células cerebrales, lo que presiona el cráneo. Esta situación puede conllevar dolores de cabeza e incluso provocar problemas de mayor seriedad como inflamaciones cerebrales, provocando en algunos casos un coma e incluso la muerte. 
  • Fatiga. Los riñones filtran el agua y equilibran el nivel de líquido en la sangre. Sin embargo, cuando se bebe agua en exceso, los riñones han de trabajar intensamente, lo que provoca una reacción hormonal en el cuerpo que provoca fatiga y cansancio. 
  • Color de la orina. Sin duda, es el mejor indicador para saber si estás bebiendo más agua de la cuenta. Si no tienes sed, continúas bebiendo y la orina es demasiado clara, es posible que debas reducir la ingesta de agua diaria.
¿Qué cantidad de agua se debe tomar al día?

¿Qué cantidad de agua se debe tomar al día?

Gran parte de los nutricionistas, dietistas y entrenadores personales recomiendan beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día. Sin embargo, algunos profesionales pueden aconsejar incluso ingerir hasta 4 litros de agua. Sea como sea, el consejo de la Organización Mundial de la Salud es beber 1,5 litros de agua en el caso de las mujeres adultas y hasta 2 litros en el caso de los hombres para mantener el cuerpo correctamente hidratado. 

Pero, esta es la cantidad necesaria para que el organismo funcione correctamente, pero, ¿qué hay de los líquidos que ingerimos que no son agua? Debemos prestar atención a los fluidos que consumimos cada día, los cuales nos ayudan a alcanzar las necesidades de líquido diarias. No estamos hablando del alcohol, cuyo efecto diurético elevado puede deshidratar, sino de las frutas y verduras con alto contenido en agua que comemos cada día, así como otras bebidas como el café, la leche o el té. 

Las cantidades de agua van a variar ligeramente en función de la edad de la persona, su tamaño, la actividad física o el ambiente que la rodee. Ahora bien, en condiciones normales, siempre cuando no hagamos deportes extremos o vivamos en un lugar de mucho calor, esta cantidad de líquido será más que suficiente para que nuestro cuerpo esté hidratado y sano. 

Como decíamos, para saber si estás tomando más o menos agua de lo que deberías, fíjate en el color de tu orina. Si está más oscura de lo normal, significa que tu cuerpo está deshidratado y que debes beber más. Si sucede justo lo contrario, es decir, si está demasiado claro, estás bebiendo más de lo aconsejable y necesitas parar. 

La regla general dice que debemos beber al menos 8 vasos de agua al día para evitar el estreñimiento y estar más enérgicos y despiertos. Sin embargo, este dato no deja de ser una simple guía, pues no todo el líquido procede del agua. Y es que, como ya hemos mencionado, algunas bebidas, alimentos y platos líquidos, como las cremas o sopas, pueden contribuir para hidratar nuestro cuerpo adecuadamente.

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