Hábitos saludables para niños

¿Cuáles son los 10 hábitos de vida saludable?

Los hábitos de vida saludables son aquellas costumbres que implementamos en nuestras rutinas y que nos favorecen en cuerpo y mente. Adoptarlos en nuestra realidad diaria ha demostrado tener efectos preventivos de cara al desarrollo de enfermedades como la diabetes o la obesidad y arrojar mejores resultados en cuanto a salud mental y bienestar.

La sociedad actual vive a un ritmo excesivamente rápido, con altos índices de estrés y poca dedicación a uno mismo. Este es el escenario más propicio para que acabemos teniendo costumbres poco saludables para nosotros mismos, en cambio, es algo que se puede transformar con un poco de esfuerzo.

Estos son los 10 hábitos saludables para niños que pueden mejorar considerablemente tu nivel de satisfacción y la calidad de tu propio organismo.

Las horas de sueño

Dormir entre 6 y 8 horas es lo recomendado por los especialistas y es uno de los hábitos más claros, pero que menos integramos en nuestra rutina diaria. El descanso es crucial para mantener nuestro cuerpo a punto, para descargar nuestro cerebro e incluso para estar de mejor humor. Sin embargo, es una de las primeras costumbres a las que renunciamos por exceso de trabajo, por las preocupaciones que nos impiden conciliar el sueño o por la incompatibilidad de los horarios.

Centrarse en descansar correctamente arroja los siguientes beneficios:

• Protege el corazón y previene de enfermedades cardiovasculares.
• Ayuda a eliminar toxinas y regenerar nuestro cuerpo durante la noche.
• Fomenta la pérdida de peso y evita la obesidad.
• Mejora el sistema inmunitario.
• Incrementa la creatividad, la concentración y las habilidades cognitivas en general.
• Mejora la memoria.
• Reduce la posibilidad de padecer depresión.

La buena alimentación

La alimentación es la base para tener un organismo funcional que cuente con todos los nutrientes necesarios. Además, también afecta al estado de ánimo y a la imagen, por lo que comer bien tiene grandes implicaciones directas en nuestra vida.

Para ello lo más importante va a ser contar con variedad de alimentos todos los días y subir la cantidad de frutas, verduras o legumbres en nuestra dieta. Esto traerá el equilibrio que necesitamos para estar fuertes, concentrados, tener energía para afrontar el día y vernos radiantes.

El ejercicio físico

Uno de los mayores males de la sociedad actual reside en el alto índice de sedentarismo, ya que los trabajos en oficinas o frente al ordenador nos han despojado de la actividad física necesaria para una buena salud física y mental. Para combatir este problema basta con dedicar 20 minutos al día a caminar y, si es posible, hacer alguna actividad deportiva de forma regular.

Para verlo con más claridad, te mostramos los beneficios de mantener una vida activa:

• Libera estrés y ayuda a descansar mejor.
• Mejora el estado de ánimo y la autoimagen.
• Previene la obesidad.
• Fortalece los músculos y los huesos.
• Aumenta la media de vida.
• Mejora los niveles de colesterol.
• Disminuye el riesgo de padecer problemas cardiovasculares.
• Potencia la confianza en uno mismo.

Equilibrio emocional

La mente es a menudo responsable de que abandonemos los hábitos saludables que mencionamos anteriormente: altos índices de estrés que nos impiden dormir bien, cansancio mental que nos quita las ganas de hacer deporte… Por lo tanto, cuidar nuestro equilibrio emocional y aprender a gestionar los obstáculos diarios va a ser una fuente de salud desde todos los puntos de vista.

Para ello, es interesante practicar alguna técnica de relajación que nos ayude a despejar la mente, como la meditación. Cuidar las emociones también va a ser crucial, algo que se puede hacer poniendo pequeñas metas diarias para motivarnos o desarrollando buenas relaciones sociales.

La higiene

Una buena higiene personal es otro de los hábitos saludables para niños. Y es que se trata de algo relevante para evitar infecciones, enfermedades y todo tipo de patologías. Para ello, se hace indispensable cuidar de la limpieza bucodental, de la piel, del cabello y ducharnos regularmente. Además, la higiene de los espacios, como la casa, va a mejorar nuestro estado emocional y también prevendrá de la aparición de bacterias indeseadas.

La actividad social

Los seres humanos estamos hechos para vivir en sociedad y relacionarnos con otras personas es muy positivo para nuestra mente, ¡y para nuestro cuerpo! Nos quita estrés, nos ayuda a desconectar, sube nuestras defensas y mejora el índice de bienestar. Para ello, es interesante estar abierto a vivir nuevas experiencias y forjar nuevos vínculos a todas las edades.

El peso corporal

Mantener un peso saludable nos hará sentirnos mejor, fomentará la actividad física y será preventivo de cara a contraer enfermedades como la diabetes o sufrir problemas cardíacos. No obstante, incorporando los primeros hábitos de la lista (dormir bien, una alimentación equilibrada y actividad física diaria) este punto estará prácticamente hecho.

La hidratación

Beber suficiente agua a lo largo del día es necesario para el cuerpo y para su bienestar. Con esta práctica tan sencilla conseguimos mantener la hidratación, eliminar toxinas y mejorar la función de todos los órganos. Las personas a las que les cuesta beber lo suficiente, pueden valerse de algunos trucos como beber infusiones y comer mucha fruta.

Estos son los principales beneficios de beber mucha agua:

• Disminuye la indecencia de los dolores de cabeza y migrañas.
• Reduce la sensación de fatiga.
• Fomenta la buena digestión.
• Ayuda a regular la temperatura del cuerpo.
• Mejora las defensas.
• Reduce el riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer.
• Evita la retención de líquidos.

El exceso de sustancias negativas

La vida social aporta una gran cantidad de beneficios, pero, a cambio, también puede traer algunos hábitos poco saludables. Todos sabemos que substancias como el alcohol o el tabaco van a hacer mella en nuestra salud, por lo que se deben reducir en todo lo posible. El alcohol nos deshidrata y nos aporta un exceso de calorías, mientras que el tabaco afecta a nuestro aparato respiratorio. Obviamente, un niño no tiene ni que acercarse a estos productos, pero quizás hay otros que pasan desapercibidos y pueden ser igual de perniciosos. Un ejemplo claro es el del azúcar, que ha demostrado tener claros efectos negativos en el desarrollo cerebral del niño y que causa adicción así como otros problemas asociados: sobrepeso, diabetes, caries… 

Ejercicio mental

Ejercitar la mente es casi tan importante como ejercitar el resto del cuerpo, pues el cerebro es uno de los músculos imprescindibles para superar positivamente los efectos del paso del tiempo. Para ello es interesante tirar de la creatividad aficionándonos al arte o jugando a videojuegos, ¡no parece un trabajo muy duro! También es interesante desarrollar la memoria en la medida de lo posible y entrenar las habilidades cognitivas.

¿Cuáles son los hábitos saludables para los niños?

Los niños también deben adoptar los hábitos saludables que mencionamos anteriormente. Sin embargo, la edad trae consigo un estilo de vida diferente y para ello habrá que adaptar algunas de las rutinas:

• La buena alimentación. Una buena alimentación e hidratación es importante para todas las personas. En el caso de los niños, conviene adaptar la dieta a su edad y necesidades particulares. Generalmente, en esta etapa de la vida se gasta más energía, así que conviene comer con ingredientes que aporten toda la necesaria y que sean saludables.
• Menos horas de televisión. Acostumbrar a los niños a ver menos la televisión es un excelente método preventivo para que, con el tiempo, no caiga en una vida sedentaria. Apostar por otras actividades que ejerciten el cerebro, como la lectura o las manualidades, será un plus.
• Juegos analógicos. Los juegos en consolas y todo tipo de dispositivos están a la orden del día. Estimular el uso de juegos que tengan una mayor dosis de ingenio, capacidad resolutiva o que fomenten las relaciones sociales será mucho más saludable.
• Contacto con la naturaleza. El contacto con la naturaleza va a ser muy positivo para la salud de los niños, su bienestar y su organismo. Hacer actividades al aire libre reduce el estrés e inculca valores positivos de respeto al medioambiente.
• Relación con otros niños. A estas edades también es importante desarrollar las habilidades sociales. Mientras que para los adultos cualquier contacto social es bueno, en la infancia es especialmente relevante que se pase tiempo con personas de la misma edad y que se aprendan valores de compañerismo o tolerancia.
• La organización. Se debe intentar que los niños vayan adquiriendo responsabilidades con la edad en lo referente al orden y la limpieza. Esto puede fomentar que sean adultos organizados y que mantengan una buena higiene diaria a todos los efectos cuando sean mayores.