Comida basura, fast food, comida chatarra… Las formas de denominarla son muchas, pero las consecuencias y su acción sobre nuestro cuerpo es la misma. La comida rápida (o comida basura) lleva ya varias décadas entre nosotros, y lo que en un principio era algo extraño e importado a día de hoy se ha convertido en una parte más del paisaje de nuestras ciudades y un elemento demasiado presente en nuestra dieta. Desde Welthy no nos cansamos de repetir los efectos adversos de los ultraprocesados en nuestra dieta, y la comida basura es el ejemplo paradigmático de ello. Pero, ¿Sabes por qué es mala la comida basura?, ¿Conoces sus efectos a corto y largo plazo? En el siguiente artículo de Welthy te lo explicamos todo, ¡Sigue leyendo!
Qué es la comida basura
Los principios de la comida rápida fueron como una auténtica revolución. Productos muy sabrosos, que eran servidos al momento y que se podían disfrutar en cualquier lugar y hora. De hecho, esa es la base de la comida basura: está hecha para que nos guste y para atraernos, no para alimentarnos. La comida basura no son más que productos altamente procesados, con muchos hidratos simples, grasas trans y sodio, además de aditivos y saborizantes, que no tienen como objetivo saciar el hambre, sino aportar placer y que volvamos a consumirlos otra vez.
Y es que a pesar de que no paramos de escuchar las consecuencias de la comida basura, sin ir más lejos en este mismo artículo, volvemos a tropezar una y otra vez en la misma piedra. La verdad es que hay una explicación, la comida basura está hecha para eso. Puede parecer una exageración, pero estos alimentos causan en nuestro cerebro una reacción similar a la que provocan las drogas. Su sabor hace que se activen nuestros mecanismos de placer, por lo que una vez empezamos resulta difícil parar. Por otro lado, los aditivos y procesados que se le añaden modifican los sabores, las texturas y los colores para hacerlos aún más apetitosos y atractivos.
Por qué nos gusta la comida basura
La comida basura es muy alta en grasas y en glucosa, lo que se manifiesta en un recuento calórico muy elevado. Para entender la atracción que nos causa, basta con entender de dónde viene el ser humano, y es que es una reacción atávica ante la comida. Miles de años atrás, cuando teníamos que cazar y buscarnos la vida para echarnos algo a la boca, los humanos podían pasar varios días sin poder dar un bocado a algo. Es por eso que se buscaba comer alimentos altos en grasas, de este modo se podían asegurar obtener la cantidad necesaria de calorías si luego venían días de hambruna. Cuando esto pasaba, nuestro cuerpo lo premiaba. A día de hoy -desgraciadamente no en todos los rincones del planeta- las calorías diarias las tenemos más que cubiertas, pero la reacción de nuestro cuerpo sigue siendo la misma.
Ejemplos de comida basura
La mayoría de la gente, cuando piensa en comida basura cree que solo se trata de las famosas cadenas de hamburguesas y pizzas. La realidad es que este tipo de productos se enmarcan en esta categoría, pero no son los únicos. A continuación te daremos todos los ejemplos de comida basura. ¿Cuántos de ellos comes sin ser consciente?
Dulces y repostería
Como en todo en la vida, tampoco podemos generalizar y demonizar cualquier producto que nos sepa bien, lo que está claro es que los dulces y la repostería industrial entra sin dudas dentro de la categoría de comida chatarra. Sí que hay alternativas caseras saludables, por ejemplo los muffins de chocolate de Welthy, pero la inmensa mayoría de dulces que podemos encontrar en un supermercado no son más que comida chatarra. Por otro lado, tampoco debemos demonizar los azúcares. Estos se pueden encontrar en multitud de alimentos naturales, por ejemplo la fruta, y no representan un problema. El problema es cuando se añaden durante su procesado y se le añaden otras sustancias para mejorar su apariencia y hacerlas más duraderas.
Frituras
Mucha gente no lo sabe, pero la inmensa mayoría de aceites vegetales no son para nada recomendables. De hecho, el aceite de coco y el aceite de oliva son casi exclusivamente los únicos saludables. El resto, incluyendo uno de los más utilizados en la cocina, como el aceite de girasol, son malos para nuestra salud. Debido a su composición, más compleja que el aceite de oliva, son más difíciles de metabolizar para nuestro organismo, facilitando la creación de placas en nuestras arterias. Las frituras son un tipo de comida en el que el aceite es muy abundante, por lo tanto, se merecen estar en esta lista de alimentos que son comida basura.
Cereales industriales
¿Sorprendido, verdad? La realidad es que por mucho que la publicidad se haya esforzado en vendernos este tipo de productos como el súmmum de la vida saludable, los cereales industriales son un producto con cantidades muy elevadas de harinas ultraprocesados y azúcares añadidos, lo que los convierte en comida basura con muy poca aportación nutricional. Pero fíjate que no hablamos de cereales en general, sino que especificamos los industriales. Hay multitud de desayunos en base a cereales que podemos incluir en nuestra dieta y que son perfectamente saludables. A continuación te dejamos la receta Welthy del porridge de avena, una fantástica forma de empezar el día de forma saludable.
Refrescos
No solamente existe la comida basura, también existe la bebida basura. Y los refrescos son uno de los casos más paradigmáticos. Este tipo de bebidas contienen gases, azúcares y aditivos que no nos aportan absolutamente nada a nivel nutricional y que sí nos quitan mucho a nivel de salud. Como explicamos en un artículo anterior, son uno de los alimentos con calorías vacías, razón por la cual deberíamos eliminarlos de nuestra dieta y optar por bebidas refrescantes saludables.
Bollería
Uno de los grandes problemas de salud pública que tenemos en nuestro país es la obesidad, especialmente la obesidad infantil. En buena parte, el sobrepeso que padecen millones de niños es debido al consumo de bollería industrial y procesada. Estos productos, cargados de azúcares y grasas trans no deberían tener peso en nuestra dieta más que en ocasiones muy contadas.
Helados
Ya lo hemos repetido varias veces a lo largo del artículo, así como no es lo mismo la pasta integral que hacemos a mano en la cocina de Welthy no es lo mismo que la pasta refinada que puedes encontrar en el supermercado, tampoco es lo mismo un helado artesanal hecho con productos naturales que un helado industrial. Dicho esto, la mayoría de los helados que se consumen pertenecen al segundo grupo, y sin duda alguna se deben catalogar como comida basura.
Fast Food
Aquí no hacen falta muchas explicaciones, la mayoría de la gente tiene claro que la comida rápida (en su inmensa mayoría) es comida basura. De hecho, el problema es que mucha gente piensa que únicamente los productos que se sirven en estas famosas cadenas son comida chatarra. Ciertas pizzas, hamburguesas, frankfurts… La baja calidad del producto, el alto procesamiento de sus ingredientes y el abuso de aceites y productos añadidos los convierten en productos que no deberíamos consumir con regularidad.
Zumos
Los zumos naturales no son malos si no se abusa de ellos, pero sí lo son los que contienen azúcar. Muchas personas no saben la cantidad de azúcar añadido que llevan los zumos que se venden en bricks; a veces tienen más agua y azúcar que zumo de verdad. Por esta razón lo ideal es tomar zumos naturales, sin olvidar que no se puede abusar de ellos igualmente. Tomar mucha cantidad sin la fibra natural del alimento no es bueno.
Otra vez debemos diferenciar aquello natural de aquello industrial. No es lo mismo un zumo natural que un zumo con una gran cantidad de azúcares añadidos y que, a menudo, contienen más agua y aditivos que fruta en sí. No obstante eso, aunque el zumo sea natural tampoco debemos abusar de ellos, ya que al hacerlos nos estamos deshaciendo de la fibra de la fruta y quedándonos solo con el azúcar.
Es por eso que en nuestros menús sanos digitales servimos smoothies y no zumos, ya que así conservamos toda la fibra y los nutrientes de la fruta y las verduras sin perder ni un ápice de su sabor.
Comida precocinada
El estilo de vida actual, con un ajetreo constante y con muy poco tiempo para las tareas básicas, hace que en muchas familias se consuma muy frecuentemente, incluso de forma diaria, comida precocinada. Estos platos, generalmente congelados, llevan multitud de azúcares, sodio y otros añadidos para conservarlos mejor y dotarlos de mayor sabor. Esta es la razón por la que en Welthy entregamos digitales 4 veces por semana. Nuestros platos se cocinan cada día, con productos naturales y 0% ultraprocesados y aditivos, preferimos el sabor y salud de lo natural antes que la larga conservación de lo artificial.
Por qué es mala la comida basura
Ante la pregunta de por qué es mala la comida basura, las respuestas son múltiples, ya que nos causa perjuicios a distintos niveles. No obstante, podemos resumirlo en dos aspectos esenciales. Por un lado, tienen una cantidad de calorías tan elevada que nos provoca un superávit de energía. Como nos hace consumir más calorías de las que podemos gastar, esta energía se acumula en nuestro cuerpo en forma de grasa, causando obesidad y problemas cardiovasculares. Por otro lado, esa alta cantidad de calorías también hace que dejemos de consumir productos saludables, productos que sí nos aportan nutrientes como fibra o vitaminas. De forma resumida, esto es el por qué es mala la comida basura.
Pero si quieres entrar en más profundidad y conocer los mecanismos por los que es mala para nuestra salud, a continuación te explicamos las consecuencias de consumir comida chatarra, tanto a corto como a largo plazo.
Consecuencias negativas de la comida basura a corto plazo
Comer comida no solo tiene consecuencias a largo plazo, su impacto en nuestra salud y organismo queda patente desde el momento en que pegamos el primer mordisco. Apenas 10 minutos después de haber empezado a comer, y como consecuencia de la alta cantidad de calorías que nos aportan estos alimentos, el nivel de azúcar en sangre aumenta de forma considerable. Por su lado, el cerebro empieza a segregar dopamina, un neurotransmisor que se asocia con el placer y que es el responsable de que caigamos una y otra vez en la tentación de la comida basura.
Los altos niveles de azúcar y sal, responsables de los picos de azúcar en sangre, son los responsables de que a las pocas horas de haber comido nos venga esa sensación de hambre irrefrenable. No es que realmente necesitemos comer, de hecho, las calorías ingeridas son mucho más de las que necesitamos, pero la comida basura engaña a nuestro cerebro y hace aumentar de forma artificial la necesidad de comer.
Generalmente, este tipo de alimentos también son muy altos en sodio. Esto hace que, a la media hora de haberlos ingerido, nuestro cuerpo empiece a deshidratarse. Como consecuencia, tanto el corazón como los riñones empiezan a trabajar a más revoluciones. El resultado es el mismo que comentábamos, dar la falsa sensación de que necesitamos comer y beber más.
40 minutos después de haber comido, mientras está pasando por el tracto intestinal, volvemos a tener un pico de insulina que nos dará ganas de seguir comiendo. Esta es la típica sensación que nos aporta la comida basura, es decir, que en el momento nos llena, pero que al cabo de poco tiempo ya sentimos la necesidad de volver a comer. Descubre en el siguiente artículo de la Welthy Magazine cuáles son los mejores quemagrasas del mercado.
Consecuencias negativas de la comida basura a largo plazo
Consumo excesivo de sodio
Como hemos venido explicando a lo largo del artículo, la comida basura lleva consigo un extenso arsenal de aditivos y productos añadidos. Estos aditivos tienen el objetivo de aromatizar, conservar el producto o dotarlo de ciertas texturas. Algunos de estos aditivos son el nitrito de sodio, la sacarina sódica, el glutamato monosódico o el bicarbonato de sodio. Como consecuencia, elevan el consumo de sodio por encima de lo que seria saludable y recomendable. Por lo general, no es recomendable consumir más de 2,3 miligramos de sal al día, no obstante, con una sola comida de estas podemos llegar a superar esa cantidad. Un exceso de sal en nuestro cuerpo va a tener consecuencias a largo plazo: retención de líquidos y problemas renales, hipertensión o osteoporosis.
Afectan al rendimiento cerebral
La mayoría de las veces, cuando pensamos en los efectos de la comida basura sobre nuestro cuerpo, solo tenemos en cuenta el daño que nos causa a nivel físico, obviando que también tiene consecuencias a nivel mental y emocional. Está demostrado que las grasas saturadas perjudican el rendimiento cerebral y la memoria. Por otro lado, como ya hemos explicado, actúan como sustancias adictivas, lo que dispara nuestra ansiedad.
Efecto en la piel y la boca
Al ser productos generalmente muy ácidos, también se puede ver comprometida la salud bucodental, ya que hace que seamos mucho más propensos a padecer caries. Por otro lado, la gran cantidad de azúcar presente en estos alimentos, provoca un exceso de sebo y la aparición de acné.
Alternativas saludables al fast food
Sabemos que la falta de tiempo y la ajetreada vida actual es una de las principales razones detrás de una mala alimentación. Comer bien, equilibrado y de forma sabrosa requiere de tiempo (para comprar, planificar y cocinar) del que no todo el mundo puede disponer. Es por eso que en Welthy nos propusimos ser una alternativa saludable para todo esta gente. Nuestro objetivo principal es acercar el máximo número de gente posible a una vida saludable: puedes despreocuparte de comprar, planificar y cocinar tus comidas, eso te dará mucho más tiempo libre para poder dedicarlo al deporte, a estar con tu familia o a hacer lo que más te plazca. ¿Quieres empezar tu vida Welthy? ¡Contáctanos!