¿Por qué me dan náuseas después de comer?

Por qué me dan náuseas después de comer

Si te encuentras mal después de una comida y sientes náuseas o ganas de vomitar, dos de las causas más comunes hacen referencia a un posible virus estomacal o gastroenteritis, o intoxicación alimentaria.

Intoxicación alimentaria 

La intoxicación alimentaria es algo bastante frecuente tras haber consumido alimentos que están en mal estado y se encuentran contaminados con baterías o gérmenes. En esta situación, las personas pueden presentar diferentes síntomas, como náuseas y vómitos, calambres en el estómago, fiebre alta o diarrea. 

Los síntomas son desagradables, pero suelen desaparecer al cabo de unas horas o varios días sin necesidad de ningún tratamiento. Pese a todo, es conveniente visitar al médico para descartar una intoxicación alimentaria grave, algo que sucede muy pocas veces.

Gastroenteritis 

La gastroenteritis es otra de las causas por las que dan náuseas después de comer. Es una infección de tipo intestinal asociada a un virus estomacal. Puede aparecer al ingerir alimentos contaminados y provoca que el estómago y los intestinos se inflamen. 

Además de provocar náuseas, los síntomas más comunes de la gastroenteritis son: dolor de estómago, diarrea, vómitos, náuseas o pérdida de apetito. Suele ser bastante incómoda, tal y como explicamos en el caso anterior, aunque suele desaparecer en cuestión de unos días.

Otras causas de las náuseas después de comer 

Si las náuseas no han sido provocadas por una gastroenteritis o una intoxicación alimentaria, pueden existir otras razones que expliquen su aparición. Desde aquí hemos confeccionado un listado con los síntomas asociados a diferentes patologías comunes: 

• Ardor de estómago o reflujo ácido. Se origina cuando el ácido del estómago sube hacia el esófago y llega hasta la boca, provocando náuseas y sensación de vómito. 
• Gripe. Los síntomas típicos de la gripe, como son dolor de cabeza y fiebre alta, también pueden venir acompañados de náuseas. 
• Infección del oído interno o laberintitis. Esta situación puede afectar al equilibrio de la persona y provocar mareos. 
• Migrañas. El aumento de la sensibilidad al sonido y la luz puede provocar dolores de cabeza y náuseas asociadas a dichas molestias.

Las náuseas no suelen ser el síntoma de una enfermedad grave, aunque en ocasiones si vienen acompañadas con vómitos frecuentes pueden ser los síntomas de un problema mayor. Si te sientes mal en general y te preocupa la intensidad de tus vómitos, es preferible que busques ayuda médica. También es conveniente que lo consultes con tu médico de cabecera si las náuseas no desaparecen y son recurrentes, y si no se pasan al cabo de unos días.

¿Cómo quitar las náuseas después de comer?

Las náuseas que se producen después de comer son bastante molestas y es frecuente preguntarnos qué cosas pueden quitarnos esas ganas de vomitar. Lo primero que solemos hacer es buscar un lugar al aire libre para respirar aire fresco. Esto facilitará la respiración y nos ayudará a sentirnos mejor. 

Sin embargo, si no funciona, también es posible recurrir a otros métodos alternativos como los que vamos a comentarte a continuación: 

• Beber líquido en pequeña cantidad, como agua, poleo menta, infusión de jengibre, manzanilla, agua de arroz, té de hojas de frambuesa roja o té de raíz de regaliz. Cualquiera de estas bebidas puede servirnos para eliminar las náuseas y vómitos, aunque el jengibre es una sustancia natural muy recomendable para acabar con ellas. 
• Beber líquidos dulces. Es una manera de aportar azúcar y sales minerales a tu cuerpo. Es el caso de algunas bebidas isotónicas que pueden reducir las ganas de vomitar como el Aquarius. Lo que hay que hacer es beber en pequeños sorbos hasta sentirnos mejor. 
• Comer algo salado que no sea aceitoso o graso. Come crackers o galletas saladas muy despacio y en cantidades pequeñas para asentar el estómago. Este método no solo puedes utilizarlo después de comer, sino que también es conveniente para acabar con las náuseas producidas por el movimiento del coche o en el caso de las náuseas matinales en las embarazadas. 
• Otra forma para intentar deshacernos de las náuseas después de comer, consiste en respirar lentamente y profundamente. 
• Si estás rodeado de olores intensos, como tabaco o perfumes, intenta alejarte de ellos para cortar esa sensación incómoda. 
• Si quieres evitar náuseas provocadas por las comidas, evita los fritos, los alimentos grasos y las bebidas ácidas, como puede ser eso de naranja. 
• Otra buena solución consiste en comer más veces al día pero en menor cantidad. Procura también que tu alimentación sea rica en fibra para evitar el estreñimiento. 
• También es conveniente hacer algo de ejercicio. Si después de comer tienes náuseas, sal a caminar al aire libre y es posible que desaparezcan al cabo de unos minutos. 
• Es importante comer relajado y sentado para facilitar la digestión. En el siguiente artículo te explicamos en qué consiste la alimentación consciente y cómo puede ayudarte.
• Si después de comer quieres descansar, puedes relajarte en el sofá o en la cama, donde te resulte más cómodo. Eso sí, procura estar estirado y no tumbado. Si tienes malestar estomacal y ganas de vomitar, es preferible que tengas la cabeza por encima de la altura de los pies, salvo que el mareo sea de cabeza.
• Otra solución efectiva consiste en mojar algunas zonas del cuerpo con agua fría. Simplemente, moja un paño en agua fresca y colócalo en partes concretas del cuerpo que pueden aliviar estos síntomas de malestar, como la nuca, la cara, las muñecas, el cuello, detrás de las rodillas o en la parte interna de los codos.

Otra forma de hacerlo consiste en coger cualquier alimento frío de la nevera, como un refresco, o incluso bolsas de alimentos del congelador, y utilizarlas en las zonas mencionadas. Al refrescarlas, la temperatura corporal bajará y la sensación de mareo y ganas de vomitar se pasarán. 

Si después de poner en práctica estos métodos, las náuseas continúan y no se te pasan las ganas de devolver, lo más conveniente es no evitar el vómito. En estos casos, el cuerpo está enviando la señal de que necesita aliviar un malestar estomacal y lo mejor es escucharlo y no aguantarse las ganas. Al hacerlo te encontrarás mucho mejor.

¿Qué enfermedad puede causar náuseas?

Las náuseas y el vómito suelen ir juntos de la mano. Anteriormente, hemos hablado de las causas más comunes que pueden provocar estos síntomas. Sin embargo, existen otras situaciones que también pueden generarlos, como puede ser una indigestión, un embarazo o incluso un tratamiento de quimio. 

También puede suceder que nuestro sistema regulador del equilibrio se vea alterado por cualquier circunstancia, como puede ser un viaje en coche o en barco, provocando los frecuentes mareos. 

Ahora bien, las náuseas también pueden aparecer por trastornos menos frecuentes que quizá cueste diagnosticarlos si no es con ayuda de nuestro médico. Como ya hemos mencionado, si las náuseas y los vómitos persisten en el tiempo, es conveniente consultarlo con especialistas para tratar de hallar la mejor solución.

Enfermedad digestiva 

Una enfermedad hepática, una úlcera gástrica o cualquier otra alteración inflamatoria puede generar náuseas y vómitos.  La apendicitis, pancreatitis o cólicos nefríticos o biliares pueden desencadenar vómitos, al igual que en el caso de una obstrucción del colon o del píloro. 

Algunas veces pueden ser ocasionados por una úlcera gastroduodenal, mientras que en otras puede ser la consecuencia de un tumor. De cualquier forma, en este último caso también advertiremos algunos cambios: consistencia y regularidad al ir al baño, y la presencia de sangre en las heces. 

Ansiedad o circunstancias emocionales

Los trastornos de ansiedad también pueden provocar náuseas y vómitos. Asimismo, pueden aparecer ante cualquier estímulo que el cerebro advierta como desagradable, como es ver brotar sangre de una herida.

Otros trastornos que provocan náuseas tras las comidas

La sinusitis o la otitis también pueden dar lugar a náuseas, aunque no es una cosa muy frecuente. En la otitis se produce dolor e inflamación localizada, mientras que en la sinusitis, la secreción y el dolor de la cabeza pueden dar lugar a las incómodas náuseas.

Enfermedades de tipo tumoral, ictus e infartos agudos de miocardio. Estas enfermedades pueden derivar en un cuadro de náuseas y vómitos. En estos casos, además de presentar náuseas y vómitos, aparecen otros síntomas que son fáciles de detectar: 

• En el caso de los infartos: hormigueo en el brazo, sudoración fría y dolor en el pecho. 
• En el caso de los tumores: cansancio, pérdida de peso y malestar general. 
• En el caso de un ictus: desorientación y dificultad para expresarse con normalidad.

Si no has tenido más remedio que hacer reposo durante bastante tiempo en una cama como consecuencia de una fractura, una operación o simplemente ante la imposibilidad de moverse por un trastorno, es posible que al comenzar de nuevo tus quehaceres habituales, sientas náuseas. 

Hablamos del síndrome de la arteria mesentérica superior, muy importante en el aparato digestivo, que tiende a comprimir el duodeno en estas circunstancias. Es algo que también sucede si la persona pierde mucho peso en cuestión de poco tiempo.