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Por qué no me gustan las verduras

Por qué no me gustan las verduras

Nutricionista Luisa Castillo

03/05/2023 Última modificación: 17/11/2023

¿Por qué no me gustan las verduras? Si alguna vez te has hecho esta pregunta, este artículo de Welthy te interesa. Las verduras son uno de los alimentos imprescindibles en la dieta de cualquier persona. Los nutrientes que aportan son esenciales como para llevar un estilo de vida saludable, sin olvidar que también son realmente buenas para conseguir el bienestar personal y lograr un correcto funcionamiento de nuestro organismo. Así lo corroboran los médicos y nutricionistas, defensores del consumo de verduras a diario por el alto grado de nutrientes que, en general, son positivos y satisfactorios para todo el organismo.

Sin embargo, no a todo el mundo le gustan las verduras. Esto se puede deber a distintos factores: el sabor, la falta de costumbre, malos hábitos alimenticios, ausencia de tiempo para cocinar, etc. Eso sí, el hecho de que no se consuman verduras en una dieta puede repercutir directamente en el cuerpo y el estado de salud personal y mental de la persona. ¡En el siguiente artículo de la Welthy Magazine te lo explicamos!

¿Por qué las verduras me saben mal?

¿Por qué las verduras me saben mal?

El consumo a diario de las verduras ayuda a prevenir enfermedades como, por ejemplo, la diabetes, la hipertensión arterial, el cáncer y otras que se encuentran dentro de la categoría de cardiovasculares. Cada una puede aportar beneficios que, en el fondo, van a ser aptos y apropiados para llevar un estilo de vida sano y longevo, gracias a las vitaminas, minerales y antioxidantes que aportan. Además, ayudan a retrasar la edad de envejecimiento y favorecen el tránsito intestinal.

En más de una ocasión hemos podido comprobar que el sabor y olor de algunas verduras no resulta agradable. Esto puede generar una inapetencia por nuestra parte a la hora de realizar el consumo. Así se puede comprobar, por ejemplo, en los más jóvenes, quienes escapan del consumo de verduras por no ofrecer un sabor tan agradable y saciante como ocurre con otros alimentos procesados; por tanto, surge la necesidad de conocer por qué saben mal y qué características tienen como para que sepan de esa manera tan intensa.

Los compuestos fenólicos son los que ocasionan el amargor de estos alimentos. Esto se debe a que las propias verduras generan estos aromas con el fin de espantar a las posibles plagas de animales, es decir, como si fuese un pesticida natural. De esta manera, se hace frente a parásitos, patógenos y predadores, especialmente a los insectos, que pueden llevar a cabo una actividad de mayor deterioro sobre la planta. Del mismo modo, la planta segrega un bactericida natural para prevenir enfermedades, por lo que la tangeretina o la naringina se convierten en flavonoides que van a atacar a las bacterias.

Hay que tener en cuenta que las verduras son productos naturales recién extraídos de la huerta. A diferencia de los alimentos procesados, se encuentran en un estado natural en el que se conservan los aromas y sabores propios de la planta, de tal manera que se van a seguir percibiendo, incluso, cuando procedemos con el cocinado. Por esta razón, saben mal las verduras. 

En cambio, aquellas que han sido tratadas industrialmente, cambian su estado y no desprenden esos aromas y sabores. En este caso, es una cuestión de marketing, ya que, de esta manera, se puede conseguir una mayor venta de las verduras y un mejor consumo por parte de la población.

Los sabores amargos que se perciben en algunas verduras se debe a un “gen amargo” denominado TAS2R38, un receptor del gusto amargo que facilita la percepción de un sabor que puede resultar algo desagradable, especialmente cuando se consumen las verduras como pueden ser las coles de bruselas, el brócoli o el repollo. En este sentido, el gusto se vuelve sensible ante un sabor que, en realidad, resulta poco atractivo y que genera cierto rechazo, pero esto no quiere decir que la verdura se encuentre en mal estado o sea de mala calidad, sino que es un proceso natural.

¿Qué hacer si no te gustan las verduras?

¿Qué hacer si no te gustan las verduras?

Existe la posibilidad de que no te gusten las verduras y que te cueste comerlas. Esto es algo bastante habitual, especialmente en la gente joven, pero hay que tener en cuenta que son verdaderamente buenas para el organismo y proporcionan múltiples beneficios. Teniendo en cuenta lo buenas que son, es momento de buscar alternativas que puedan favorecer su consumo y que no se convierta en un proceso desagradable. ¿Hay alguna solución en el caso de que no te gusten las verduras? 

En el fondo, no tienen una textura agradable y el sabor puede que sea amargo, pero introducirlas en la alimentación significa un buen inicio para que se adapte el paladar a un sabor que, evidentemente, no llega a ser tan familiar ni tampoco llega a convencer desde el primer momento. Una buena solución sería su incorporación en la dieta cotidiana. 

Se recomienda el consumo diario, de tal manera que resulta muy positivo que puedan estar presentes en el plato cada día. Una buena forma de comerlas es mediante una preparación que visualmente sea atractiva y que, por otro lado, pueda consumirse fácilmente y no genere un problema alimenticio.

El puré de verduras es una buena solución. En este caso, quedarían todas ellas trituradas y el consumo se puede hacer fácilmente. Solo hay que cocerlas y emplear la batidora para convertirlas en un puré. Además, se evita el contacto con la textura, uno de los motivos por los que se suele rechazar la verdura. A partir de ahí, se pueden acompañar con otros alimentos para lograr una mejor solución y enriquecer el sabor, de tal manera que se puede llegar a adquirir un mejor resultado e, incluso, se puede digerir fácilmente.

No es lo mismo comerlas crudas que si se hacen cocidas. Todo es cuestión de probar diferentes planteamientos y encontrar el que mejor se adapte a tu paladar: guisadas, al vapor, cocidas, a la plancha, picadas, asadas, salteadas, etc. Son muchas las maneras, pero hay que tener en cuenta que son diferentes los procesos con los que trabajar las verduras como para encontrar un buen producto que, al fin y al cabo, sea interesante para el consumo. Cocinar la verdura de diferentes formas es un método con el que, finalmente, puedes encontrar el mejor plato, algo realmente significativo como para que resulte apetitoso y de tu gusto.

¿Qué soluciones se pueden encontrar para que te gusten más las verduras? Todo es cuestión de tener imaginación, probar diferentes cocinados y descubrir una nueva manera de comerlas. Se pueden introducir en tus platos favoritos, como puede ser en una hamburguesa, en la pasta, con la carne, con cuscús, en una pizza, etc.

Las fórmulas son variadas y existen numerosos métodos que pueden resultar satisfactorios. La idea es que busques aquello que pueda ser de tu gusto y que encuentres, así, un nuevo plato con el que disfrutar mientras se están comiendo las verduras.

¿Qué le pasa a tu cuerpo si no comes verduras?

¿Qué le pasa a tu cuerpo si no comes verduras?

La alimentación es crucial en la vida de una persona. En el cuerpo se refleja perfectamente el tipo de alimentos que se consumen; por eso, es importante que las verduras estén presentes en la dieta. Hay que tener en cuenta que si no se comen habitualmente, el cuerpo va a notar una serie de carencias que, en realidad, no resultan nada beneficiosas y pueden ocasionar problemas a largo plazo. En este sentido, es bueno que las verduras se integren en el menú diario.

Los antioxidantes son algunos de los componentes que necesita el cuerpo y que se pueden encontrar en verduras como las zanahorias, los tomates o las alcachofas. En el caso de que haya una ausencia en el consumo de las verduras, se puede llegar a un proceso de oxidación que provoca un envejecimiento prematuro de las células y, a su vez, se empeora el estado de los tejidos. Por tanto, las verduras ayudan principalmente a que las células se encuentren en buen estado y que ofrezcan una mayor capacidad de resistencia al paso del tiempo.

Por otro lado, el hecho de no consumir verduras significa la ausencia de micronutrientes esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo. Estos son realmente indispensables para conseguir un sistema inmunitario fuerte y resistente. Algunos ejemplos son el zinc, magnesio y selenio

Todos ellos se convierten en piezas claves si se quiere hacer frente a enfermedades o si se prefiere una prevención en el desarrollo de estas, de tal manera que es muy bueno el consumo de verduras como para lograr un organismo firme y consistente. De lo contrario, lo único que se puede conseguir es que el organismo se debilite y que seas más vulnerable a la acción de virus y bacterias.

En cuanto a la circulación sanguínea y la coagulación, es conveniente consumir verduras para tener, así, vitamina C. Aquellas verduras conformadas por hojas y tallos, como pueden ser las lechugas o los puerros, son muy ricas en esta vitamina, algo primordial si se quiere mejorar el estado del cuerpo y evitar la anemia. Del mismo modo, el bajo consumo de verduras implica una bajada considerable del potasio, algo elemental si se quiere tener un buen estado de salud en el corazón, al igual que si se quiere evitar la hipertensión.

En definitiva, está claro que las verduras son necesarias y proporcionan numerosos beneficios para el organismo, siendo realmente buenas como para que se tenga salud, bienestar y confort personal.

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