Ante cualquier tipo de operación, los médicos recomiendan al paciente una proceso de recuperación lento y regular para poder volver a recuperar nuestra energía. Por ello, tras una extracción de vesícula, órgano implicado directamente en la realización de una correcta digestión, se tomen medidas más severas para ayudar al organismo a recuperarse de manera definitiva.
Conocer qué comer después de una operación de vesícula, siempre con la ayuda y consejo de un profesional, es la mejor forma de devolver a nuestro cuerpo todos los nutrientes que necesita no solo para recuperarse, sino para mejorar aún más nuestra salud de cara al futuro.
En este artículo de la Welthy Magazine añadimos una lista completa de alimentos recomendados y no recomendados tras una operación de vesícula y algunos consejos extras para facilitar esos primeros días y meses postoperatorios.
¿Cuándo se puede comer normal después de una operación de vesícula?
Tras una extracción de vesícula o colecistectomía, los expertos recomiendan realizar una dieta baja en grasas. Recordemos que, la vesícula ayuda al organismo, mediante la fabricación de bilis, a digerir mejor las grasas.
Por este hecho, se recomienda evitar ciertos tipos de alimentos altos en grasas hasta que el cuerpo vaya recuperándose poco a poco. Igualmente, tras una operación de vesícula e independientemente del tiempo transcurrido tras la operación, es preferible no incluir en la dieta alimentos con un alto índice de grasa.
Así, de manera general se debe dar prioridad a alimentos como frutas y vegetales frescos, a los que podemos añadir alimentos integrales. Por el contrario, será mejor evitar carnes rojas, aceite, mantequilla y otros alimentos con un alto porcentaje de grasa. Del mismo modo, tampoco se recomienda preparar alimentos fritos o que necesiten de una cantidad considerable, ya sea de aceite o mantequilla.
Consejos para saber qué comer después de una operación de vesícula
Lo primero que debemos entender es que es necesario evitar las comidas copiosas. Para ello, lo mejor es realizar al día entre 5 y 6 comidas para así reducir cantidades y, de paso, ayudarnos a activar el metabolismo.
- Siempre que vayamos a cocinar es preferible preparar los alimentos al vapor o al honor; también es posible hacerlo a la plancha, pero sin utilizar aceite o mantequilla.
- A la hora de comer debemos comer masticando bien los alimentos y hacerlo sin prisas.
- Beber en pequeñas cantidades y, de ser posible, fuera de las comidas. Se recomienda beber al menos 2 litros de agua al día y evitar las bebidas con gas y los zumos.
- Evitar las grasas en todas sus formas durante las primeras tres semanas. Elimina platos que contengan frituras, guisos, cremas o productos lácteos. En el siguiente artículo te explicamos cuáles son las grasas monoinsaturadas.
- No se recomienda preparar los platos con no demasiados condimentos para así evitar posibles malestares como estreñimiento o gases.
- Usar sal con moderación o sustituirla por vinagre o limón, a la hora de elaborar los platos.
- Incluir e ir incrementando de manera gradual la fibra para favorecer el tránsito intestinal. Descubre cuáles son los alimentos con mucha fibra para evitarla en los primeros días.
- Realizar ejercicio físico suave tras las comidas para que nos ayuden a digerir con mayor facilidad. Nos bastará con caminar entre 5 o 10 minutos.
- Incluir cada tipo de alimento poco a poco para favorecer que el cuerpo lo acepte. Es la mejor forma de recuperar la tolerancia a ciertos tipos de comida y evitar posibles problemas futuros.
Qué comer durante los primeros 7 días tras la operación de vesícula
Debemos favorecer aquellos alimentos que sean fáciles de digerir para así evitar posibles complicaciones como la aparición de gastroenteritis y otros malestares estomacales.
Se recomienda preparar vegetales cocidos como el calabacín, la calabaza, la remolacha, berenjenas y zanahorias que son muy ricos en vitaminas y aportan una cantidad beneficiosas de carbohidratos y azúcares para recuperar la energía tras la operación. En cuanto a las frutas, es preferible consumir aquellas ricas en azúcares y sin cáscara.
Si echamos de menos los lácteos, podemos suplirlos con bebidas vegetales como las bebidas de soja, avena y arroz. También se puede tomar algún tipo de queso bajo en grasa como el cottage o mozzarella.
En cuanto a la carne y el pescado, es recomendable que se preparen al vapor o plancha. Y, a ser posible, carnes blancas como el pollo o el pavo sin piel, o pescado libre de espinas como la merluza. Así obtendremos las proteínas necesarias para nuestra recuperación tras operación.
Los carbohidratos que necesitamos lo obtendremos del arroz, pan blanco o galletas bajas en grasa y sal.
Por último, para facilitar aún más la digestión podemos preparar caldos o purés, siempre sin grasas adicionales. Los purés de verduras, como las que hemos mencionado anteriormente, o caldos de pollo o gallina.
Qué comer pasada la primera semana de la operación en adelante
Cuando estemos seguros, y tras la consulta con nuestro especialista, empezaremos a incluir el resto de alimentos a la dieta, sobre todo aquellos ricos en fibras o alimentos ricos en proteína. A continuación, exponemos una lista de alimentos completa con las que crear una dieta equilibrada para nuestro día a día. Esta debe contemplar entre 5 o 6 comidas diarias para facilitar la digestión al evitar comidas copiosas y favorecer el metabolismo.
- Bebidas: 2 litros de agua diaria para evitar retener líquidos y favorecer nuestra hidratación. Además, podemos incluir infusiones de manzanilla, bebidas vegetales y leche desnatada.
- Lácteos: Únicamente se recomiendan aquellos bajos en grasa como el requesón light, el ricotta y el cottage. En cuanto a postres lácteos, debemos asegurarnos que sean siempre descremados.
- Frutas y verduras: A ser posible debemos consumirlas frescas y, además, empiezan a incluirse frutas con cáscara como el plátano, la sandía, la pera o la naranja. En las verduras podemos empezar a incluir tomate, repollo, lechuga o rúcula de entre el resto de verduras. También se incluyen tubérculos como la patata o el camote.
- Legumbres: lentejas, frijoles y garbanzos.
- Cereales: Siempre de tipo integral como la avena, el arroz, el pan y la pasta.
- Proteínas bajas en grasa: Estas podemos obtenerlas de pescados blancos, carnes como el pollo o el pavo sin piel, huevos y tofu.
¿Qué alimentos hacen mal comer luego de operación de vesícula?
Tras una operación como esta es necesario evitar la ingesta de alimentos ricos en grasas. Añadimos un listado completo con todos los alimentos a evitar tras la operación.
- Carnes rojas y grasas (ternera, cordero, hígado, tocino, etc)
- Embutidos (chorizo, morcilla, jamón, salchichas, etc)
- Pescado azul o en aceite (Atún, sardinas, pez emperador, etc)
- Lácteos (leche entera o semi, quesos o yogures; tampoco helados)
- Frutas con cáscara (melón, sandía, manzana)
- Mantequilla y aceite
- Alimentos ricos en grasas (chocolate, aguacate o coco)
- Alimentos flatulentos (col, cebolla, nabos, alcachofas, coliflor)
- Frutos secos (cacahuetes, nueces, almendras, etc)
- Condimentos (curry, jengibre, canela o salsas fuertes o picantes)
- Comida rápida o productos industriales con grasas saturadas.
- Bebidas alcohólicas o excitantes como la cafeína o la teína
Tras una extracción de vesícula, nuestro organismo necesitará pasar por un período de adaptación que, generalmente, es de entre 3 y 6 semanas, donde comenzará a aprender a digerir bien los alimentos de nuevo sin necesidad de que la bilis producida en la vesícula forme parte del proceso. Poco a poco y siguiendo con las pautas y consejos de los profesionales, podremos volver a comer alimentos ricos en grasa y fibra hasta comer de manera normal.
Es posible que algunas personas sufran de algún tipo de intolerancia durante un período aún mayor, es decir, superando ya los 2 meses tras la operación, por lo que se necesita, además de asesoramiento profesional, empezar a identificar qué alimentos son los que producen este tipo de efectos negativos en el cuerpo para así poder empezar a introducirlos de manera progresiva en la dieta habitual.
El cuerpo recuperará prácticamente por completo la capacidad para digerir grasas, sobre todo si comenzamos poco a poco a incluir en el menú alimentos ricos en grasas buenas como los pescados azules (atún o salmón), aguacate, frutos secos o el aceite de oliva.
¿Sin vesícula se engorda o se adelgaza?
La respuesta a esta pregunta, la misma que realizan muchas personas tras una operación como esta, es sencilla de responder si ha entendido el tipo de dieta que debe llevarse tras dicha operación. Por lo tanto, al reducir el consumo de grasas el cuerpo tiende a dejar de ganar peso.
De ahí que, sobre todo durante los primeros meses de dieta más severa, el paciente tenga una bajada de peso. De hecho, es posible que si se mantienen los hábitos alimenticios recomendados no haya problemas relacionados con la subida de peso. Es más, es posible que algunas personas tengan ciertas dificultades para ganar peso más adelante.
Tras este tipo de intervención, es necesario aprender a comer cada tipo de alimento con el fin de que el cuerpo sea capaz de digerirlos por sí mismo. Por ello, utilizando las pautas anteriores y con la ayuda de un profesional, es posible volver a comer de manera normal, incluso incluyendo alimentos grasos.
Pero, solo manteniendo una dieta equilibrada y saludable será posible evitar una subida de peso, de ahí que, como sucede con el resto de dietas, sea cuestión de esfuerzo y paciencia, siempre a favor de nuestra propia salud.
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