Qué es la crioterapia y para qué sirve

¿Qué es la crioterapia?

La crioterapia es un tratamiento muy útil para tratar y eliminar diferentes lesiones cutáneas que se encuentren en la superficie de tu piel. Se congelarán por completo las células de esa zona para que se destruyan y la piel tenga la necesidad de generar unas nuevas y sanas.

Para poder congelar la zona se usará una aguja fina con la que se inyectará nitrógeno o gas argón a alta presión, en la zona afectada de la piel, con la finalidad de que estas sustancias produzcan un frío intenso. Eso hará que se destruya cualquier tejido enfermo, incluidas las células cancerosas.

Los médicos, además, pueden utilizar este método para tratar algunas zonas internas del cuerpo, como por ejemplo el hígado, los riñones, los huesos, los pulmones, los senos, etc. El tratamiento de crioterapia no es doloroso, pero produce un escozor en la zona tratada que puede resultar molesto. Cuando esta sensación se convierte en quemazón y realmente molesta al paciente, se podrá recurrir a anestesia local, para eliminar la sensibilidad de la piel.

¿Cuáles son los beneficios de la crioterapia?

La crioterapia es un tratamiento semi invasivo que tiene resultados buenos en los pacientes y ayuda a eliminar esas células enfermas que ya han producido alguna lesión o que la producirán potencialmente. Por eso, tanto en el campo de la medicina clínica, como en el de la medicina estética, es un tratamiento que tiene muchos beneficios.

Te mostramos algunos de los beneficios que podrás obtener cuando te sometas al tratamiento con crioterapia:

• El proceso postoperatorio de recuperación de los tejidos de la piel, después de una operación quirúrgica abierta, puede ser largo, pero la crioterapia actúa sobre las células haciendo que esta regeneración se acelere.
• Es un tratamiento ambulatorio con el que el paciente no necesitará quedarse ingresado en el hospital.
• Es mucho menos invasiva que cualquier otro método para el tratamiento de los tejidos.
• Es una cirugía más económica a nivel médico porque no tiene tanta complicación como otras y tiene menos efectos secundarios que la cirugía abierta.
• La crioterapia produce una cicatriz mínima y no causa calcificaciones post-tratamiento.
• Permite la oxigenación celular y la liberación de endorfinas.
• Elimina las toxinas que pueda haber en la zona tratada.
• Reduce el estrés en ciertas zonas del cuerpo.
• Alivia el dolor en sus diversas intensidades.
• Fortalece los vasos sanguíneos y mejora la circulación.
• Conlleva una mejora en la estética de la piel.

¿Cuándo se hace la crioterapia?

La crioterapia tiene muchas utilizaciones, desde las más simples, como extirpar una verruga a las más complejas como eliminar las células cancerosas. Te mostramos algunas de las lesiones cutáneas para las que la crioterapia se utiliza y que dan muy buenos resultados en los pacientes:

• Manchas producidas por el sol: Las manchas en la piel causadas por el sol, pueden tratarse con crioterapia, siempre que sean superficiales. 
• Queratomas actínicos: Se trata de heridas en la piel que presentan una costra, pero que no curan por más que pase el tiempo. La principal causa de esta lesión en la piel es la exposición continuada al sol y se debe tratar para que no derive en problemas más graves como carcinoma.
• Verrugas: Se trata de verrugas vulgares y comunes que aparecen en cualquier tipo de paciente, sin necesidad de que tenga ninguna patología específica. Suele aparecer en la infancia y en zonas como las manos y extremidades. Aunque se ha visto en pacientes de todas las edades y en cualquier parte del cuerpo.
• Papilomas víricos: Se trata de verrugas que aparecen en la piel a causa de algún virus que ha infectado la zona. Por ejemplo, el virus del Papiloma Humano.

Después de cada sesión, se formará una costra en la zona trabajada que caerá a las 24 horas. Entonces se formará otra costra más ligera que caerá a las pocas semanas. Ese es el proceso natural que sigue el cuerpo para regenerar las células de una zona frente a una lesión.

¿Cómo se hace la crioterapia en casa?

La crioterapia en sí es una intervención quirúrgica que utiliza nitrógeno a una temperatura muy baja (-196ºC). Eso provoca, como hemos explicado anteriormente, una congelación de las células de la zona, promoviendo su regeneración. Este tratamiento únicamente afecta a las células enfermas, ya que las sanas son capaces de resistir esas temperaturas.

Es un tratamiento bastante intenso que debe ser aplicado por un médico, aunque existen algunas alternativas que te permitirán provocar un fuerte frío en tus músculos para reactivarlos. Es muy usado, sobre todo por los deportistas, para ayudar a la recuperación de un músculo después de un entrenamiento intenso.

Hay varios métodos para poder realizar tratamientos parecidos a la crioterapia en casa y que te ayudarán mucho para la recuperación celular, ya sea para prevenir y eliminar lesiones cutáneas, como para ayudar a tus músculos a recuperarse de un esfuerzo. Estos métodos consisten en aplicar el máximo de frío sobre la zona afectada.

Maquinaria especializada

Existen máquinas de crioterapia que puedes comprarte para casa y que trabajan directamente con nitrógeno líquido para bajar la temperatura de los músculos. Pero estos aparatos tienen un precio muy elevado y no están al alcance de todos los usuarios.

Barras de hielo

Un método muy económico es tener siempre barras de hielo preparadas en el congelador, para poder aplicarlas en las zonas que necesites. Cuando llegues de un entreno o necesites tratar tu piel, puedes hacer un tratamiento de choque para bajar la temperatura de tu dermis al máximo.

Llena la bañera con agua fría, añade varias barras de hielo y llénate de valor para entrar al agua. Solamente deberás aguantar por 5 minutos, ya que es el tiempo ideal para que tu cuerpo baje la temperatura al límite. Conseguirás muchos beneficios aplicando este tipo de frío en tus músculos.

Este método es mucho más económico que el anterior, pero el problema es que gastarás una gran cantidad de agua después de cada entrenamiento.

Método del brick de cartón

Con este método conseguirás bajar la temperatura de tu piel, sin tener que gastar demasiada agua y sin tener que invertir dinero. Coge un brick de zumo o leche, aproximadamente de un litro y medio. Pártelo por la mitad y échale agua hasta un dedo por debajo del borde, antes de meterlo en el congelador.

Después de un duro entrenamiento, cuando llegues a casa, lo primero que deberás hacer es sacar el brick lleno de agua congelada, del congelador. Déjalo al lado de la ducha para que se vaya deshaciendo poco a poco, mientras tú te tomas una ducha regenerarte. Es necesario que el bloque se descongele un poco para poder sacarlo de su molde.

Después de darte una ducha rápida y con agua lo más fría posible, deberás salir de la ducha y secarte bien. Si es invierno, puedes vestirte con la parte de arriba, para no coger frío durante el masaje con el bloque congelado. 

Entra en la bañera y siéntate en el borde, mirando hacia adentro. En caso de que tengas plato de ducha, puedes usar un taburete, o cualquier banquero con el que puedas sentarte dentro.

Entonces, ya puedes proceder a la extracción del bloque de hielo, para dar un masaje a las zonas trabajadas durante el entrenamiento. No te olvides ningún músculo: cuádriceps, isquiotibiales, gemelos, bíceps, tríceps, abductor, antebrazos, hombros, etc. Si encuentras un punto con más molestias, puedes insistir más a fondo en esa zona. 

Para hacer el masaje simplemente deberás pasar el hielo por el músculo trabajado, sin dejarlo quieto en ningún momento. Haz presión sobre la piel a modo de masaje, para que los músculos se activen y reciban el frío que les estás aplicando.

Haz que el hielo dure lo suficiente como para hacerte el masaje en todas las partes del cuerpo deseadas. Eso serán aproximadamente entre 10 y 20 minutos, dependiendo de la temperatura del ambiente y de cuán calientes estén tus músculos. 

Después del masaje, sécate, vístete y haz los estiramientos post entrenamiento. Finalmente, deberás volver a llenar el brick de agua y ponerlo en el congelador de nuevo para la próxima ocasión.

Es muy importante que, a la hora de hacer el masaje, utilices guantes aislantes o un trapo grueso para no quemarte las manos, de otro modo podrías provocar lesiones en tu organismo más graves que las que estás intentando curar.

Ahora ya sabes qué es la crioterapia y para qué sirve. Mantener un estilo de vida saludable consiste en cuidar nuestro cuerpo por fuera, como hemos visto en este artículo, pero también por dentro. 

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