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Por qué no me apetece comer

Por qué no me apetece comer

Nutricionista Luisa Castillo

08/02/2023 Última modificación: 17/11/2023

¿Por qué no me apetece comer?”. Si alguna vez te has hecho esta pregunta, ¡estás en el lugar indicado! Y es que cualquier persona puede experimentar en un momento dado una pérdida de apetito. Las razones pueden ser múltiples. De hecho, una persona puede sentir pocas ganas de comer, como también perder el interés por completo o incluso sentir náuseas simplemente al pensar en ello.
Ante la pérdida de apetito, si no consumimos los nutrientes necesarios para mantener el buen funcionamiento del cuerpo, podemos sentir fatiga y perder peso en cuestión de poco tiempo. A continuación vamos a analizar el tema en profundidad para que sepas lo que significa, las complicaciones que puede acarrear, sus causas y cómo tratarlo.

¿Qué pasa si no me dan ganas de comer?

¿Qué pasa si no me dan ganas de comer?

La falta de apetito es un tipo de trastorno relacionado con la inapetencia, que puede ser momentánea o continúa. 

Las causas pueden ser físicas o psicológicas y conllevar consecuencias bastante serias. Sin ir más lejos, la falta de apetito puede ocasionar una pérdida de peso imprevista hasta el punto de debilitar a la persona a nivel físico y psicológico. 

Dentro de las consecuencias más comunes relacionadas con la falta de apetito destacan las siguientes: 

  • Al comer menos, el cuerpo no tiene las calorías y nutrientes que necesita para fortalecerse y estar sano, por lo que empieza a ser palpable un deterioro psicofísico. 
  • Deshidratación. Este problema puede verse acuciado en el caso de los niños y ancianos, especialmente si la pérdida de apetito tiene lugar en verano.
  • Adelgazamiento repentino.

h3. Diagnóstico de la falta de apetito 

Algunas de las pruebas que se llevan a cabo ante la falta de apetito son las siguientes: 

  • Examen fecal
  • Pruebas hepáticas
  • Hemograma
  • Prueba de celiaquía
  • Prueba para detectar la posible presencia de la bacteria Helicobacter Pylori 
  • Análisis de sangre para determinar si existe carencia de nutrientes o vitaminas.

Cómo tratar la falta de apetito 

Dependiendo de las molestias presentadas a raíz de la falta de apetito, existen diversos tratamientos para paliar este problema: 

  • Tomar alimentos calóricos dotados de multitud de nutrientes, principalmente proteínas, ácidos grasos y vitaminas del grupo B. Es posible hacer diferentes comidas pequeñas a lo largo del día para que la persona no tenga que esforzarse demasiado a la hora de hacer las tres comidas que suelen formar parte de nuestra vida diaria.
  • Practicar deporte. La actividad física estimula el apetito de forma natural. Eso sí, debemos tener en cuenta que para evitar la pérdida de peso, habrá que aumentar el aporte calórico de la dieta.
  • Convertir el horario de comidas en un ritual y comer al lado de seres queridos. También puede ser una buena idea obtener nuevas recetas o experimentar para estimular la curiosidad.
  • En el caso de que la falta de apetito venga acompañada por náuseas y rechazo a comer, es posible que el médico recete suplementos o medicamentos para que la persona pueda recuperar el hambre. 
  • Tras haber descartado cualquier causa física a través de diversas pruebas médicas, si la pérdida de apetito se debe a algún tipo de factor psicológico, el tratamiento se basará en recuperar el equilibrio entre mente y cuerpo a través de la ayuda de un psicólogo o psicoterapeuta. También puede venir bien practicar yoga, meditación o relajación para acabar con el estrés e incluso hablar con alguien sobre las causas de nuestra ansiedad.

 

¿Qué significa no querer comer?

¿Qué significa no querer comer?

Cuando una persona no siente hambre, la falta de apetito puede deberse a una causa u otra dependiendo del tiempo que dure dicho trastorno. Es habitual en algún momento de nuestra vida que todos pasemos por algo similar, por lo que tener falta de apetito no es tan inusual como imaginamos. 

Las emociones pueden alterar el cuerpo y generar la pérdida de apetito, así como algunos medicamentos o problemas de salud. Sin embargo, es algo que debemos solucionar, puesto que la comida es el combustible que necesita el cuerpo para obtener energía. Necesitamos estar bien nutridos y contar con una buena dieta que se distinga por ser sana, variada y equilibrada.

Si esta pérdida de apetito es continua y notas cansancio y malestar general, es importante obtener ayuda médica para tratar los motivos por los que puede aparecer. Y es que puede tratarse de una cuestión de edad, una afección de salud concreta o una patología alimentaria que no ha sido diagnosticada. 

Si has notado que no tienes ganas de comer, lo primero que debes hacer es analizar la situación y generar una conclusión sobre lo que puede estar asociado a tu caso. También es clave tener en cuenta el peso y prestar atención si lo pierdes de forma precipitada, pues puede ser la señal de una enfermedad desconocida para ti.

Sea como sea, a la hora de recuperar su apetito, decántate por comidas que sean sabrosas y fáciles de consumir por su textura y buen aroma. Tener apetito dentro de los parámetros normales es sinónimo de salud, mientras que su pérdida o reducción puede significar un problema puntual o incluso crónico. Por esa razón es importante acudir a un especialista para determinar la causa final de la pérdida de apetito y tratar de aumentarlo con objeto de recuperar las ganas de comer cuanto antes sea posible.

¿Qué enfermedad quita las ganas de comer?

¿Qué enfermedad quita las ganas de comer?

Dentro de las patologías que pueden provocar la pérdida de apetito se incluyen las siguientes: 

  • Diabetes. 
  • SIDA y VIH. 
  • Insuficiencia cardíaca. 
  • EPOC o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. 
  • Enfermedad de Addison, qué es una patología hormonal. 
  • Asma. 
  • Síndrome del intestino irritable o enfermedad de Crohn. 
  • Tiroides hipoactiva (hipotiroidismo). 
  • Tiroides hiperactiva (hipertiroidismo).

La pérdida de apetito o la pérdida de peso repentina también puede deberse a diferentes tipos de cáncer, como es el de estómago, ovario o el de páncreas. Las personas que tienen pérdida de apetito pueden experimentar síntomas comunes, entre los que se encuentran: 

  • Sangre en las heces
  • Acidez estomacal
  • Dolor de estómago
  • Sentirse lleno rápidamente 
  • Coloración amarillenta en ojos y piel

En el caso de tener alguno de estos síntomas, es preciso consultarlo con el médico para encontrar la causa concreta y empezar a tratar la afección que se trate. 

¿Por qué no me da hambre?

¿Por qué no me da hambre?

La causa de la pérdida de apetito puede ser psicológica o física. La mayoría de las veces suele ser temporal debido a la aparición de problemas digestivos o a alguna infección no preocupante. En estos casos, el apetito volverá una vez la persona se recupere. 

Como ya hemos visto, está pérdida de apetito puede deberse a una enfermedad prolongada, como es el caso del cáncer. Es parte de una afección que los especialistas en salud denominan caquexia. Si esta falta de apetito tiene lugar durante un periodo de tiempo prolongado se llama anorexia, algo que no debemos confundir con anorexia nerviosa al ser un trastorno alimentario relacionado con la salud mental.

De cualquier forma, estas son las posibles causas que pueden acarrear la pérdida de apetito: 

  • Causas comunes. Además de las enfermedades anteriormente expuestas, otras infecciones bacterianas o virales menos graves, como una gastroenteritis o la gripe, suelen generar pérdida de apetito, que volverá a sus parámetros normales cuando la persona empiece a recuperarse. Dentro de las causas más comunes que nos quitan el hambre a corto plazo se encuentran: gripe, estreñimiento, problema digestivo, catarro, infección respiratoria, infección viral o bacteriana, malestar estomacal, alergia, embarazo, virus estomacal, estrés, abuso de drogas o alcohol, desequilibrio hormonal, reflujo ácido o intoxicación alimentaria. Otra causa bastante común que nos quita el apetito es el herpes labial. La persona que lo padece al sufrir dolor en la boca, le dificulta el hecho de comer bien, experimentando este síntoma.
  • Efecto secundario de medicamentos. Muchos medicamentos pueden provocar la pérdida de apetito, así como diarrea, estreñimiento y otros problemas de tipo digestivo. Los medicamentos que suelen provocar este síntoma son: algunos antibióticos, sedantes, radioterapia en el estómago, inmunoterapia y quimioterapia. Las cirugías mayores también pueden generar pérdida de apetito tras la operación, algo que puede deberse a los anestésicos utilizados. 
  • Causas psicológicas. Las enfermedades de salud mental también pueden acarrear la pérdida de apetito en una persona. Dentro de las más habituales se encuentran las siguientes: ansiedad, depresión, tristeza, bulimia o anorexia nerviosa, o ataques de pánico.
  • Edad. En los adultos mayores, la pérdida de apetito puede ser uno de los cambios experimentados en el cuerpo al envejecer, los cuales pueden incidir en las hormonas, el sistema digestivo o en el sentido del olfato o del gusto. En el siguiente artículo explicamos cómo debe ser la alimentación en un adulto mayor.

Como ya hemos comentado, es posible aumentar el apetito y reducir diversos síntomas como las náuseas a través de la ingesta de ciertos medicamentos. Si la pérdida de apetito es generada por ansiedad o depresión, los antidepresivos y las psicoterapias pueden ser de gran ayuda. En caso de que el motivo de la pérdida de apetito se deba a un medicamento específico, el médico podrá reducir la dosis o sustituirlo por otro, pero todo ello será bajo su preescripción, nunca por decisión propia del paciente.

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